La salud mental es el campo médico que mayor evidencia científica recopila en cuanto a tratamiento con técnicas de neuromodulación cerebral no invasiva (NIBS), principalmente en casos de depresión mayor. El objetivo de estas técnicas es la modulación de la actividad cerebral, a través de la aplicación de una corriente eléctrica controlada y conseguir normalizar las posibles alteraciones.

Es un tratamiento no invasivo e indoloro que puede aplicarse en niños y adultos.

El procedimiento se realiza siempre bajo supervisión en este caso de una especialista sanitaria especializada en Neuropsicología que establece el protocolo de estimulación específico para cada paciente y patología.

La aplicación de las sesiones ha de ser regular y repetitiva, esto quiere decir que sobre todo al inicio, las sesiones serán continuadas sin dejar no más de 48 horas de distancia.

El único efecto secundario que puede notar el paciente es un leve cosquilleo en la zona en dónde se aplica la estimulación y menos del 2% de la población puede padecer una ligera cefalea siendo pasajera.

‌La estimulación eléctrica transcraneal por corriente directa consiste en aplicar corrientes eléctricas de muy baja intensidad a través de unos electrodos colocados sobre el cuero cabelludo. La tDCS produce efectos inmediatos sobre la excitabilidad neuronal y efectos plásticos a largo plazo asociados a una modificación sináptica. El efecto neuromodulador de la tDCS se alcanza con la aplicación de manera regular y repetida, obteniéndose un incremento de la neuroplasticidad cerebral. Este efecto posibilita la mejoría clínica en determinadas enfermedades neurológicas y psiquiátricas.

Se aplica en los siguientes casos:

Todos los días salen 15 publicaciones médicas que estudian el impacto positivo de la neuromodulación; sin duda, la tDCS se está convirtiendo un tratamiento de primera línea.

Cristina González Neuropsicóloga EXPERTA EN TMS y tDCS